Me diagnosticaron cáncer de mama a los 34 años. Muy asustada me sometí a todo el tratamiento y en los controles salió que tenía metástasis ósea y en el hígado. Llevo ya 4 años con la enfermedad, tratando que se detenga y tengo un hijo de 6 años que ha visto todo mis cambios físicos y también emocionales. Actualmente estoy con quimioterapia oral. No tengo dolor, ya me reconcilié con el cáncer, claro que no es mi amigo, pero hoy en día vivo feliz, tengo un apoyo familiar excelente y mi motor, que es mi hijo, el que me hace seguir en este camino aún con más fuerza. Ser positiva. En el camino muchas amigas se han ido, pero si de algo estoy orgullosa es de haberlas conocido, mujeres fuertes, dignas de admirar. Vivir con cáncer no es fácil, pero no hay que tenerle miedo, sólo hay que vivir.