
Bernardita Swinburn
MI HISTORIA
Cuando su hermana y su mamá fueron diagnosticadas con cáncer de mama, Bernardita también se hizo los exámenes. El resultado fue el mismo. Nunca se preguntó “por qué a mí”, pero se convenció de que el origen de esta enfermedad es en parte genético y en parte emocional: “Mi mamá, mi hermana y yo teníamos guardada una pena muy grande por la muerte de mi papá”. Hoy las tres están ciento por ciento recuperadas.
TIPS
1. Vida Lo más normaL posible:
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“Evitar quedarse en cama y preocuparse de hacer una vida normal, porque si no es muy fácil deprimirse o asustarse. En mi caso, apenas podía me arreglaba, me ponía tacos y salía”.
2. Complementar el tratamiento con terapias naturales:
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“Yo consumía chía, que tiene un alto contenido de Omega 3; tomé concentrado de cranberry y, además, me puse inyecciones de plasma en el centro Physis, en Santiago, para fortalecer el sistema inmune. Te sacan sangre y con ese plasma, más un antígeno, preparan una vacuna especial que se aplica por tres meses y fortalece las defensas”.
3. Filtrar a la gente con la que estás:
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“Mi sugerencia es priorizar a quienes transmiten buenas vibras y te hacen bien, y evitar a los que se compadecen de tu enfermedad”.
4. Usar la enfermedad para entender mejor la propia vida:
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“Yo pensaba que había asumido la muerte de mi papá, pero no era así. Mientras me trataba el cáncer fui al psicólogo, me hice constelaciones familiares y descubrí que tenía mucha rabia. Ahora me siento mucho más liberada”.
5. Darse el espacio para hacer lo que quieras:
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“Antes de mi cáncer, sentía que siempre tenía que andar con buena cara, buen ánimo y buena postura. Ahora sé que tengo derecho a tener pena y a contestar mal si me enojo”.