A Marcela le diagnosticaron un cáncer de mama con metástasis en ganglios e hígado, muy complicado de tratar. Quería un hermano para su hijo Alberto, pero un poroto que ella misma detectó la llevó a consultar primero. En tres días le hicieron todos los exámenes y un protocolo especial de tratamiento, pues su metástasis era muy agresiva. Nunca perdió las ganas de vivir, resistió firmemente durante nueve años, hasta que el miércoles 21 de mayo de
2014 falleció. Aquí está su testimonio, que ahora es un legado.