Todo comenzó cuando me palpaba 3 linfonodulos aumentados de tamaño en el cuello, me pareció extraño porque no cursaba infección de ninguna índole que lo causara. Fui al doctor y tras descartar que fuera producto de alergias o enfermedades bacterianas-virales, me hicieron una ecografía cervical lo cual arrojó un nódulo tiroídeo y varios linfonodulos con clasificaciones, los cuales fueron biopsiados y arrojaron cáncer papilar de tiroides con metástasis, era un caso raramente agresivo.
Todo fue brusco y repentino, pero asumí que pasara lo que pasara, estar decaída no me serviría, por lo que con mucho ánimo y apoyo familiar, de mis amigos y pololo fui operada en Concepción, y posteriormente internada para mi radioterapia. Ya va un año de eso y el cáncer volvió pero en masas muy pequeñas e inoperables, por lo que están siendo vigiladas estrictamente por mi doctor tratante. Hoy en día puedo decir que el cáncer no derrotó mi espíritu, soy una persona completamente normal, plena y amada.