MI HISTORIA

El panorama era complejo, pues la enfermedad estaba haciendo estragos en mí y yo no me enteraba; atribuía mi malestar físico al estrés y el ritmo de vida agitado. Un día por un dolor abdominal bastante fuerte tuve que consultar a mi médico y me mandó a hacerme exámenes. Fue allí donde mis análisis revelaron cifras elevadas de glóbulos blancos y que mi bazo estaba aumentado de tamaño. Mis expectativas de vida no eran muy alentadoras, pero la fe, la familia, el amor y el hacerme consciente de mi cuerpo, amarlo y nutrirlo fueron claves para mí.
Pasé por varias líneas de quimioterapia oral, pues mi cuerpo no respondía a ellas. Pero bueno aquí estoy después de 3 años de lucha con infecciones respiratorias, neutropenia severa, anemia… Puedo decir que hace dos años mi cuerpo responde con amor y fortaleza al amor y la alimentación que trato siempre de darle porque estamos juntos en esta lucha.
Es un placer compartir un poco de esta historia de vida que nos lleva a conocernos, a valorar y amar más la vida sabiendo que no es un derecho, es un regalo. Y la salud no tiene precio alguno… Ni todo el oro del mundo compensa perder la salud. Por eso no esperen un diagnóstico para empezar a amar, cuidar y nutrir su cuerpo con el amor y los alimentos que lo ayudarán a mantenerte en pie y fuerte dando la batalla. Con cariño Ana María


TIPS

1. Ámate y mantén armonía contigo mism@

Categoría: Otros

Lee cosas que te inspiren, escucha música que te motive, que te dé tranquilidad, canta, escribe, baila, respira conscientemente, practica los ejercicios que te cuerpo te permita. ¡Haz todo lo que te haga feliz!

2. Aliméntate concientemente, aléjate de las carnes rojas

Categoría: Alimentación

Además del amo a hacia mí misma, la alimentación consciente me ha ayudado a mantenerme en pie. Come verduras frescas; si no te gustan en tu plato prepáralas en batidos ¡quedan deliciosos! Acompaña tu día de unas 2 o 3 infusiones o té verde y aléjate de las carnes rojas. Cada día consumo batidos de vegetales frescos y bien desinfectados. Incluyo el brócoli, apio, espinacas, espirulina, piña y perejil; esta es mi cena cada noche. También utilizo mucho el aguacate en mis batidos combinado con coco o banano o en mis almuerzos y ensaladas. Las semillas como la chía o la linaza son una gran fuente de energía y me ayudan muchísimo con la fibra que aportan. No consumo carnes, evito los lácteos, adoro el té verde que combino con jengibre, también la cúrcuma la cual preparo en forma de té y la agrego a mis alimentos.