
Ricardo Larraín
MI HISTORIA
Ricardo Larraín nunca tuvo síntomas que lo anticiparan, pero un examen de rutina confirmó que tenía linfoma no Hodgkin. Nunca se sintió desbordado, tanto así que mientras se trataba aprendió a meditar, lo que había querido hacer por años. Y su vida no se detuvo. No aplazó proyectos, ni siquiera cuando tuvo una recaída. De hecho, en ese período –entre el “cáncer 1 y el cáncer 2”– estudió y se tituló de psicólogo. “Abrí una puerta que no sé a dónde va, pero me alegra haberlo hecho”. El cáncer de Ricardo hoy es una enfermedad crónica que deberá atender periódicamente.
TIPS
1. Confiar en nuestras posibilidades:
Categoría: Otros
"La enfermedad nunca tuvo un síntoma visible, no me impidió trabajar excepto cuando me internaba. A lo más bajé el ritmo. El no Hodgkin tiene un 85% de probabilidades de recuperación. Supuestamente, con el segundo tratamiento la posibilidad de que vuelva baja mucho, pero no desaparece. Si me vuelve, así será, por suerte es un cáncer bien tratable. Un amigo me dice que soy un vasco recio".
2. No al lugar común:
Categoría: Otros
"Existe ese lugar común que afirma que los enfermos de cáncer, en cierto modo se lo provocan. En mi caso, nunca acepté la idea de que yo mismo me estuviera autoliquidando, simplemente es parte del proceso vital que me ha tocado vivir. Siempre rechacé esa idea de sentirme el culpable".
3. Tomar mucho líquido:
Categoría: Otros
"Es una recomendación válida para todo el mundo, pero desde mi experiencia de cáncer siento que me ayudó tomar mucho líquido. El doctor me lo aconsejó y tenía sentido, porque con la cantidad de drogas que te meten en el cuerpo el líquido te limpia. Tomaba de todo: agüitas, té e infusiones caseras de menta, jengibre, albahaca, entre otras, porque curiosamente el agua sola me empezó a dar asco".
4. Ommmmm...:
Categoría: Estilo de vida
"Antes del cáncer, hacía tiempo venía coqueteando con el tema de la meditación, por eso después del diagnóstico fui adonde una amiga que medita y ella me recomendó el centro Shambhala, donde empecé a meditar y a incorporar esta práctica en mi vida diaria. Asumí que si hay algo que ayuda al cáncer a desarrollarse, son los estados de alteración, como la tristeza y la amargura. Medité con rigurosidad por un buen tiempo. Ahora soy menos regular, pero he aprendido que se puede hacer en todo momento y lugar. Hasta en el taco de la mañana. El estrés es cancerígeno".
5. La vida como un viaje:
Categoría: Otros
"La vida es una sola y es un continuo. Tendemos a ver la enfermedad como un contratiempo sin entender que es parte de ese continuo, de la vida que nos tocó vivir. No es un paréntesis. Yo les digo a mis hijas que ahora veo la vida como un viaje que nos lleva por distintos lugares y que, al final, todo es experiencia. Cuando luchamos contra la enfermedad es como si tratáramos de negar un asunto que simplemente ocurre. Si me duele o me invalida no es agradable, pero es parte del viaje, tal como cuando uno va manejando por la carretera y piensa: estoy muerto de hambre, pero no hay ningún lugar donde parar a comerse un sándwich. No es rico, pero es parte del viaje. La enfermedad es una gran maestra que te enseña que la vida es un viaje".
6. Las huellas positivas de la enfermedad:
Categoría: Apoyo familiar
"Cuando estás enfermo, sientes el afecto de las personas de manera muy intensa. Reaparece gente que uno no imagina y todos te tiran una onda cariñosa súper enriquecedora. Son experiencias del viaje que dejan una huella. La vida está cambiando todo el rato y todas las experiencias te transforman, incluyendo por supuesto la enfermedad, que te modifica, te va esculpiendo y es un evento que deja huellas muy positivas, encuentro yo".
7. Tolerar mejor la quimio:
Categoría: Otros
"Por recomendación de algunos familiares que se atienden con ella, me acerqué a la doctora Socorro Cordeiro, una médico brasileña antroposófica que me diseñó un tratamiento paralelo a la quimio para fortalecer mi resistencia. Eran inyecciones, cápsulas y gotitas, una batería de cosas. Y creo que eso me ayudó bastante a sobrellevar mejor las terapias a las que me sometí".
8. Estrategia paterna:
Categoría: Otros
"Soy padre de cuatro hijas mujeres que, con la noticia de mi diagnóstico, se sintieron un poco desbordadas. Entonces yo me puse superserio con ellas y les dije: Chiquillas, no pasa nada. Me voy a mejorar y si no me mejoro, tenemos mucho tiempo para despedirnos, para arreglar todo. Para mí eso fue actuar como papá, antes que como enfermo, lo que me permitió enfrentar la enfermedad con harta serenidad".