Un bulto bajo el mentón fue la primera alerta de que algo ocurría. Pablo tenía 34 años, pero dejó pasar el tiempo y solo cuando la protuberancia se empezó a ver a simple vista decidió ir al doctor. Entonces le descubrieron varios bultos más y el del cuello resultó no ser el más grande. Le hicieron una biopsia y los resultados llegaron justo el día de su cumpleaños: tenía linfoma no Hodgkin. A 14 años de aquel diagnóstico, Pablo no ha sufrido recaídas.