MI HISTORIA

Fue en noviembre de 2015, cuando mi Tata cumplió 1 año de fallecido. Cuando mi abuela (Amalia) más conocida como Quilla por su 2do nombre que era Orquídea, que comenzó a sentirse mal.
Yo me había titulado hace un par de días como Nutricionista y estaba en mi etapa de “voy a ver que hago” cuando decidí acompañarla a urgencias porque tenía mucho dolor, ahí comenzó una historia fuerte, una historia para la cual nadie está preparado.
Ser la nieta que acompaña a la abuelita al doctor no es extraño, lo que si es extraño es que luego de una radiografía de tórax el radiólogo te pida urgente que vayas al mismo médico que solicitó la radiografía, porque algo no se veía bien. 30 minutos después nos encontramos en una consulta con el doctor diciéndonos que tenía un cáncer avanzado, que debía hospitalizarse para la biopsia y esclarecer a qué nos enfrentábamos. Fue un balde de agua fría para ambas, se supone que los abuelos contienen a los nietos, y en ese momento me sentí como un gigante tratando de protegerla. Luego de eso, quedaba la decisión más difícil. Ella no quería tratamiento, hospitales, ni operaciones pero logramos convencerla (Sus 3 hijos, sus 8 nietos, su yerno y sus 3 nueras), de que fuera a Santiago a tratarse, porque en Arica no habían especialistas. Por recomendación llegamos a la clínica Santa María, donde tuvimos la suerte de conocer al Dr. Cristian Carvallo (Oncólogo) quien nos dio un poco de tranquilidad entre tanta tormenta.
Nos enfrentábamos a un cáncer de pulmón en estadio IV, con metástasis. El panorama no era bueno, y era mas difícil aún porque la Quilla no quería nada más, después que el Tata se fuera de este planeta. Por esas cosas de la vida y de las abuelas que lo dan todo por sus nietos, ella comenzó una Quimioterapia que tuvo buenos resultados.
A nosotros jamás nos hablaron de tiempo, pero luego de esa Quimio el doctor dijo que podríamos andar bien de 6 meses a 1 año. Lo que nos daba tiempo para poder disfrutarla aún mas, porque si hay algo que hicimos sus nietos con ella y el Tata fue disfrutar de la vida, los viajes y la buena comida. Pero una vez más el destino nos tenía una prueba (Y hablo en plural porque todo esto lo viví yo con ella 24/7 desde el diagnóstico hasta su último respiro, obviamente siempre al lado de sus hijos y sus nietos, pero como yo estaba en mi proceso de “veré que hago con mi vida”, la decisión estaba tomada, yo me iba a dedicar a cuidarla y acompañarla hasta que el tiempo y el destino me lo permitieran.
Al mes y medio de haber terminado su tratamiento, comenzó a perder la voz… algo no andaba bien. Vuelta a Santiago, nuevo diagnóstico: Metástasis en los ganglios, algo estaba oprimiendo sus cuerdas vocales, estaban casi todos sus órganos comprometidos. En ese momento una nueva oportunidad de Quimioterapia, ella no sabía si tomarla, no quería ir más a Santiago, no quería más agotamiento, sólo quería estar en su casa y disfrutar a los suyos. Pero había algo que cambiaba los planes, Su nieta mayor se casaba en Enero de 2017 y estábamos en Agosto del 2016. Decidió tomar la nueva Quimio, diferente a la primera en todo sentido.
Su cuerpo no quería más y una bacteria atacó su sistema digestivo y no podríamos salir de la Clínica según los pronósticos: 12 días en UCI, casi 1 mes en Oncología. Aprendimos a caminar, me tocó apoyar desde la vereda de la Nutrición y desde el Corazón, ya que toda la familia estaba en Arica, Sólo yo de las nietas y sus hijos se turnaban por el trabajo.
El 7 de Octubre finalmente salimos de la clínica y pudimos volver a Arica a disfrutar el tiempo y la oportunidad que la vida nos entregaba nuevamente. Pasamos el tiempo viendo teleseries, comiendo sólo lo que ella toleraba, haciendo pijamadas en su casa y transformando el sistema de vida de 3 familias que sólo se enfocaban en verla sonreír y disfrutar cada segundo. Llegamos al Matrimonio, se veía hermosa… como dijo ella “Si voy a estar en ese matrimonio, mínimo que me haga notar” y brillaba esa noche, como ella le gustaba. Al día siguiente, no había fuerza para levantarse. Comenzamos el período de pieza y todo en cama, pasaban las semanas y la Quillita se estaba apagando. Entre las cosas que pidió era el estar en su casa con todos y así fue.
El 15 de Enero los doctores nos avisaron que ella estaba por emprender el viaje con su “Viejo pelao” como ella decía. Finalmente y como a ella le gustaba, eligió un día Viernes en pleno verano, para que todos pudiesen llegar y no faltara nadie en la despedida de su gran viaje.
El 17 de Febrero la Quilla dejaba este planeta, pero nos dejaba sus mejores momentos, sus mejores recetas, y sus gustos tan especiales. Para mi fue 1 año y 3 meses lleno de aprendizajes, de historias, de música, de regaloneo y de madurez. Para ella fue 1 año y 3 meses de una prueba llena de afecto, de preocupación y como en todo, de buenos y malos momentos. Siempre preferimos quedarnos con los buenos, con los que nos hacen sonreír y sobre todo, que nos hacen recordarla a ella y al tata como los gestores de nuestros mejores momentos.


TIPS

1. Toma las oportunidades:

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Cuando sabes hacia donde va la vida, cuando conoces y sabes lo que va a decidir tu familiar, en este caso mi abuela, hazlo! haz lo que desean. Toma el tiempo que te está regalando la vida con ellos, pregúntales.. qué música les gusta, que quieren comer, que quieren y no quieren hacer. Regálate y regálale los mejores momentos ahora, después ya no habrá tiempo.

2. Respeta:

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Respeta a la persona que está cursando el cáncer y respeta además a quién lo esté cuidando o acompañando. No es una tarea fácil. Si vas a visitar a la persona que está enferma, dale tiempo a quien lo esté cuidando de hacer sus cosas, descansar un poco, dormir, comer, etc. No llegues a desordenar una rutina, es mejor llegar y ofrecer ayuda que ser autodidacta en esos casos.

3. Vive como si fuera el último día:

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Si decidiste no dar la batalla, o si la batalla no tiene sentido para ti y tienes momentos para disfrutar, hazlo.